MACIZO DE
ILLESCAS: TRADICIÓN CULTURAL
Hay noticias a consecuencia de los
estudios realizados, que “La Punta de Aguja” fue habitada desde tiempo
inmemorial por los aborígenes del antiguo pueblo de Sechura. De otro lado es
cierto que “los lugares donde se han encontrado evidencias más remotas de
presencia humana es en Reventazón, en Chorrillos, en Avic, en el macizo de
Illescas, y a lo largo de las playas desde el estuario de Virrilá hasta el
norte de San Pedro de Muniquilá.
Abrimos nuestro comentario señalando
que “existen pocos estudios arqueológicos sobre esta área, tanto en las
provincias peruanas como en el sur del Ecuador. La frontera política actual no
tiene ningún significado dentro del contexto de desarrollo de las culturas
prehispánicas. Toda esta región estuvo ampliamente poblada. Los hallazgos dan
cuenta de una sucesión de culturas, desde el pre-cerámico de Illescas hasta la
invasión europea. Durante todo el proceso se nota que no hubo un continuum
coherente, como en otros sectores de los andes centrales. Hay disloque y, a la
vez, disyunción y conjunción” (1).
El mar, despensa principal en todos
los tiempos, brindó peces y moluscos así como lo hace en la actualidad. En Avic
se encontraron huesos de mamíferos como lobos marinos y peces, todo lo cual
supone ya una actividad pesquera con uso de redes, anzuelos y pequeñas
embarcaciones. Así mismo ese lejano antepasado se premunía de alimentos
vegetales que recolectaba en las lomas de Illescas. Además, siguiendo el curso
del río recorría el valle en busca de recursos paras la subsistencia” (2).
Si lo expuesto fuera poco, se debe
agregar que “finalmente existen varios sitios pre cerámicos en la Península de
Illescas (Avic y Nunura) mencionados por Cárdenas (1977-1978, 10, 19, foto 3),
pero lamentablemente aún no publicados fuera de notas muy preliminares. Entre
varios fechados presentados, uno de la Quebrada de Chorrillos concuerda con el
Complejo Siches y dos de Avic con el Complejo Honda. Lo más notable es el
hallazgo de un templete “en forma de pez” en Avic construido de piedra tosca y
de vértebras de ballena cerca del mar y de un manantial. Si se verifica el
fechado asociado: 3,230 + - 90 a. de Cristo, se trataría de uno de los
edificios más tempranos de la Costa con arquitectura ceremonial y además muy
cercano al comienzo del Complejo Honda” (3).
Añadimos que el Macizo de Illescas,
“es una elevación rocosa del Paleozoico, de 500 metros de altura, de 30
kilómetros de largo, por 14 kilómetros de ancho aproximadamente. Está ubicado
en el litoral del desierto de Sechura, al Sur de la Bahía de Bayovar. Numerosas
quebradas cruzan el macizo por todos sus flancos. Por el lado este hay escasos
bosques de algarrobo, por el Sur el macizo remata en las Pampas de Reventazón,
por el Oeste hay playas rocosas y de arena, por el Norte está la llanura de
Bayovar. El clima corresponde al desértico árido, con lluvias ocasionales y
acumulación de neblina, la temperatura es elevada durante el día, se acentúa el
verano, fluctuando entre 32 a 35 o más grados. No existe agua en cauces o
pantanos, hay algunos puquios en las cabeceras de algunas quebradas como Avic,
Chorrillos y Nac, pero con escaso afloramiento de agua. El mar es muy rico, el
encuentro de las corrientes del Norte con el Sur favorece la cadena biológica
marina” (4).
Además en el desierto de Sechura,
dentro de la arqueología peruana, se ha establecido que se han “ubicado 86
sitios arqueológicos clasificados en: conchales, talleres líticos, basurales,
cuevas funerarias, cementerios, estructura y material cultural en superficie.
Pertenecen a los cementerios ubicados en Avic, Reventazón y Nunura, levantados
en zonas de asentamientos de tipo temporal de grupos humanos con cerámica tipo
Lambayeque. El basural de Bayovar confirma que allí hubo un poblado de larga
duración desde 1,000 a 1,500 años D.C.
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