miércoles, 2 de octubre de 2013

LA CULTURA CHUSÍS - III



TUMBA DEL SEÑOR DE CHUSÍS.-

Demostración suficiente que en Chusís han avanzado los estudios de la excavación de su suelo, es el importante hallazgo de la tumba del Señor de Chusís, personaje que está sepultado en compañía de sus guardianes, su familia: esposa e hijos y dependientes.

Se han descubierto y recuperado novedosas estructuras arquitectónicas de lo que fue el cementerio a que ya hemos hecho referencia. Igualmente se han encontrado sepultados elementos materiales que corresponderían al complejo urbano.

Abundando en lo expuesto, producto de las excavaciones, se han encontrado objetos de uso doméstico, que utilizaron los habitantes en el consumo de sus alimentos. También se han hallado restos de armas que usaron para defenderse del enemigo y ofrendas para rendir culto a seres superiores y sirven de indicio para sostener que tuvieron espíritu religioso. Estas evidencias nos dan la clara idea de cómo fue la vida de los habitantes de la cultura más temprana que existió en Piura. 


LOS TRABAJOS DE CAMPO.-

A la vista de la Arqueología, ciencia de la excavación, hay certeza que “los trabajos de excavaciones realizados en la zona del cementerio, se localizaron en tres sectores signados con los números I, II y III. Los sectores de estudio II y III, nos proporcionaron la mayor cantidad de datos, se localizaron y exhumaron 11 tumbas, se extrajo de ellas las ofrendas consistentes en objetos de cerámica y un objeto de metal (pinza de cobre).

Las unidades de excavación tuvieron dimensiones diferentes y en cada unidad pudieron localizarse más de una tumba; el aporte fue realizado en un apisonamiento de consistencia compacta, compuesto por sedimentación. Las tumbas se presentan en dos formas bien diferenciadas. Por un lado, la cámara funeraria de corte rectangular con el cadáver colocado directamente, en posición de cúbito dorsal, con el cráneo orientado hacia el sur y por el otro ya conocido patrón funerario de fosa y cámara lateral (tipo bota); el cadáver colocado de cúbito dorsal, pero con la cabeza orientada hacia el norte; estos dos tipos de tumbas coexisten, pues en ningún caso ha sido posible una superposición o intrusión.

Para complementar el estudio, se realizaron también trabajos de excavación en el asentamiento arqueológico; éstos estuvieron localizados en tres sectores. El primer sector definido como zona de defensa, se excavó una unidad en la parte central de una gran muralla que corre de norte a sur y que divide la terraza en dos zonas. Una con estructura arquitectónica y la otra estéril. La muralla tiene una extensión de aproximadamente 200 metros y el ancho es de 2 metros con un acceso a la parte media de 6 metros de ancho.

El material utilizado en su construcción es piedra de origen marino fósil en bloques medianos unida con argamasa de barro y arena, conserva una altura media de 1 metro aproximadamente; en la parte interna presenta un piso de muy buena calidad; una capa de barro arcilloso cubre un falso piso de bloques pequeños y lisos de piedra fósil” (1).


NOTA.-

(1)Arqueóloga Rosa Palacios R.; Ponencia: Complejo Arqueológico Chusís, año 1992. 


CIUDAD DEL DESIERTO.-

El descubridor de la cultura que nos ocupa, Ross Christensen, expone en su trabajo el hallazgo de una “Ciudad del Desierto”, en esta región, un poco menor que la gran metrópoli chimú de Chan Chan, pero con una influencia sobre extensas áreas vecinas y con una población que calcula en 50,000 habitantes, con habitaciones cuyas bases eran de piedra y las paredes de adobe, perfectamente trazadas. Se trata de materiales de la zona que se utilizaron en la edificación de las viviendas.

Lo comentado por Ross Christensen, como producto de sus averiguaciones in situ sobre la ciudad de Chusís, determina inferir que la edificación de las casas ocurrió dentro del período proto-histórico que se caracteriza por el gran desarrollo de la arquitectura.

Por ende, la “Ciudad del Desierto” que ha comentado su mentado descubridor, debió convertirse en el modelo de la cultura Chusís y no tiene réplica en ninguna área de la geografía piurana que abarca hasta la sierra, caso de los vicuces y tallanes.

Para demostrar la existencia de Chusís en el plano del Antiguo Perú, la “Ciudad del Desierto”, que comentamos, había sido tan perfectamente ejecutada, que estaba dotada de una “larga muralla con base de piedra y paredes de adobe”, de por lo menos dos metros de alto, en la parte sur por donde sopla el viento a fin de protegerla de las candentes arenas del desierto de Sechura.

Hay más sobre la “Muralla de Chusís”, que se ubica a 4 kilómetros de la ciudad de Sechura. Al lado Norte, en la loma de Chusís, hay una enorme muralla que en parte está enterrada, que tiene bases de piedra, paredes de adobe. Los estudios científicos le dan la antigüedad que le corresponde a la cultura Chimú. Para mejor ilustración existe una fotografía, comentada por el historiador piurano, Carlos Robles Rázuri, a la vista de las ruinas, que dice así: “La foto muestra la magnitud y fortaleza de los adobes de que estaba hecha, los cuales han resistido miles de años sin haber podido ser destruidos por la naturaleza”.

En el aspecto familiar, un hogar Chusís, conforme a la acotación que hace Ross Christensen, era sencillo, de forma rectangular, construido de adobe, de cuartos amplios y de techo de paja, ubicado de oeste a este, es decir, mirando al lugar por donde sale la luna nueva, que era su diosa principal y les servía para evitar la molestia que causa la arena que trae el viento del desierto, que azota sin piedad y sofoca la tranquilidad del morador.

Con relación al plano urbano de Chusís, sus calles eran anchas y con árboles y plantas, pues todo el valle estaba sembrado de artículos de primera necesidad y ofrecía la visión de un frondoso manto verde, toda vez que la tierra era fértil y los habitantes disponían de un magnífico sistema de irrigación que contribuía al fomento de la actividad agrícola. 

LOS CERAMISTAS.-

Como todos los pueblos del Perú Antiguo, la sociedad Chusís a través de los restos arqueológicos que se han encontrado tras afanosa búsqueda, reflejan con claridad meridiana que fueron ceramistas o alfareros, para cuyo efecto aprovecharon las materias primas propias del suelo que habitaron.

Hay constancia que los Chusís fueron hombres expertos según se refleja en su obra ceramista. Se afirma, que no eran tan artistas como si lo fueron los vicuces. Trabajaron con destreza cuatro tipos de cerámica que sirve para demostrar su aceptable nivel de desarrollo.

Su producción fue de carácter utilitario para usarlos en sus necesidades diarias, sobre todo para prepararse y servirse su alimentación. Se han ubicado cántaros, vasijas de diversos tipos, platos tallados, potos, cuyas habilidades se prolongan hasta nuestros días en los sechuras y catacaos, en cuanto a fabricación y decoración de los utensilios.

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